Trabajando desde casa o no. El tiempo pasa, el virus cunde y el confinamiento se extiende. La angustia, la ansiedad, el estrés, el aburrimiento, el sedentarismo y demás yerbas se apoderan de nosotros. Para combatir estas malas compañías se hace urgente inventarnos actividades sin asomar la nariz a la calle… Y, como consecuencia de estos malos compañeros comenzamos a comer mal: a deshoras, a
Ya lo sabemos, pero conviene recodarlo: los alimentos ultraprocesados y aquellos altos en grasa y azúcares nos aportan muchas calorías y muy pocos nutrientes. Es decir, son calorías vacías que no le brindan a nuestro organismo los nutrientes necesarios para reforzar el sistema inmunológico, algo que es muy importante en estos tiempos. ¿Qué debería tener nuestro plato ideal?
Además, por supuesto, es importante regular las cantidades, en especial teniendo en cuenta que nos estamos moviendo menos.
Los especialistas nos recomiendan regular la ingesta de bebidas alcohólicas. Si el consumo de alcohol está usualmente reservado a las reuniones sociales, al no tener estas instancias, es importante que no se convierta en un consumo solitario diario. Si estamos acostumbrados a tomar una copa de vino por día, que no se conviertan en cuatro copas. Como todo, no está mal consumirlo mientras sea en su justa medida. Algo importante no abusar de sustancias que puedan generar adicción, en especial en contextos en los que nos encontramos más vulnerables.
En síntesis: moderación –algo no siempre fácil de alcanzar, es cierto- con las comidas y las bebidas y consumir alimentos de calidad. Un hábito para cualquier momento de la vida, con cuarentena o sin cuarentena.