Centro Médico B&S

Tratamientos

Se llama así al brote anormal de vello recio en lugares de la piel generalmente lampiños, más frecuente en la mujer.
La gran mayoría de las mujeres desea tener su cara y el resto de su cuerpo libres de vello. De hecho, 8 de cada 10 mujeres utilizan algún método para eliminar el vello indeseado.


Sin embargo, el hirsutismo no es sólo un problema estético. El desarrollo excesivo de vello femenino en las zonas habitualmente no pilosas como la cara, aureola del pezón, línea media del tórax y abdomen, nalgas o muslos, en ocasiones puede indicar una enfermedad interna.; incluso el exceso de vello en períodos alejados de la pubertad (niñez o vida adulta) puede ser indicio de algún tumor.

En general, la distribución del pelo humano depende de los andrógenos, hormonas sexuales masculinas producidas por los testículos en el varón, por los ovarios de la mujer (en pequeñas cantidades) y por cápsulas suprarrenales en ambos sexos. Pero estas hormonas están sujetas a variaciones individuales, étnicas y hereditarias.

Por este problema acuden a las consultas dermatológicas chicas adolescentes, algunas de las cuales han notado, además de mayor grasa en la piel y cuero cabelludo, acné, alopecia e irregularidades en el ciclo menstrual.

En el 95% de los casos el hirsutismo está relacionado con factores constitucionales (hereditarios, étnicos o ambientales).

En definitiva, el primer paso a seguir –en caso de niñas o mujeres alejadas de la pubertad- es consultar con un medico dermatólogo para desterrar cualquier factor que haga peligrar la salud.

El método de la Fotodepilación

De todas las técnicas para eliminar el vello, la que tiene mayor duración es la Fotodepilación.

Este sistema destruye el folículo piloso en crecimiento por fototermolisis selectiva.

Es un método rápido, seguro, eficaz, no invasivo e indoloro, con unos resultados probados después de tres años de seguimiento.

Se precisan varias sesiones de unos 15 minutos de duración cada una, y con un intervalo de unas 6 semanas entre una y otra

Clémentine, una mujer barbuda

La historia ha detectado, a través de los siglos, “mujeres barbudas”, muchas de las cuales han sido exhibidas en espectáculos circenses. Tal es el caso de la francesa Clémentine Clatteaux, de Belait, del siglo XIX, que sufría de hirsutismo.

Clémentine y su marido tenían un bar que apenas les daba para vivir. Ella se dejó crecer su barba y comenzó a atender ella misma a la clientela; el Café de la Femme à Barbe –gracias a su barba y su simpatía-se convirtió en un éxito.

Tiempo después, al morir su esposo, Clémentine, con 63 años, aceptó una oferta jugosa de un empresario para trabajar en un circo. Esto le permitió viajar por todo el mundo con su hija Fernande.



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